El colgajo de avance, conocido como colgajo en puzzle, fue introducido por primera vez por Goldberg et al. en 2005 como una alternativa para pequeños defectos en el ala nasal. Aunque inicialmente fue diseñado para esta área, su aplicación se ha extendido a otras localizaciones faciales, como el surco melolabial, el trago auricular y la sien, con resultados estéticos satisfactorios.
Material y métodosEl presente estudio retrospectivo analizó 35 casos de colgajos en puzzle realizados por dermatólogos en distintos puntos del territorio español, mediante la plataforma de recogida multicéntrica de casos conocida como CLINI-AEDV.
ResultadosLa mayoría de los pacientes eran mujeres, con una edad promedio de alrededor de 70 años. El carcinoma basocelular fue el diagnóstico histológico más común.
La localización tumoral más frecuente fue la punta nasal con 14 casos de los 35, seguida por otras áreas como el ala nasal, el surco nasogeniano y el retroauricular. La mayoría de los casos, en torno al 90%, no presentaron complicaciones inmediatas ni tardías, destacándose el efecto trampilla o trapping como la complicación más común dentro de lo infrecuente. No hubo recidivas de las lesiones extirpadas durante el seguimiento.
DiscusiónEste estudio subraya la utilidad de la plastia en puzzle en la reconstrucción de defectos faciales, especialmente en la punta nasal y las áreas adyacentes, así como su aplicación exitosa en otras localizaciones faciales menos comunes. Su baja tasa de complicaciones y la ausencia de recidivas sugieren que esta técnica puede ser considerada como una opción válida en el arsenal quirúrgico de los dermatólogos para la reconstrucción de defectos cutáneos faciales.
The advancement flap known as the puzzle flap was first introduced by Goldberg et al. in 2005 as an alternative for small defects on the nasal ala. Although initially designed for this area, its application has been extended to other facial locations, such as the melolabial fold, auricular tragus and temple, with satisfactory aesthetic results.
Material and methodsThe present retrospective study analyzed a total of 35 cases of puzzle flaps performed by dermatologists across Spain using the multicenter case collection platform known as CLINI-AEDV.
ResultsMost patients were women, with a mean age of 70 years. Basal cell carcinoma was the most common histological diagnosis.
The most common tumor location was the nasal tip with 14 cases being reported out of 35, followed by other areas such as the nasal wing, the nasolabial fold and the retroauricular fold. Most cases, around 90%, did not exhibit immediate or late complications, with the trapdoor effect standing out as the most common complication among the rare ones. There were no recurrences of the excised lesions at the follow-up.
DiscussionThis study highlights the usefulness of puzzle flap in the reconstruction of facial defects, especially in the nasal tip and adjacent areas, as well as its successful application in other less common facial locations. Its low complication rate and absence of recurrences suggest that this technique can be considered a valid option in the surgical arsenal of every dermatologist for the reconstruction of facial skin defects.
El colgajo de avance, conocido como colgajo en puzzle o en rompecabezas, fue diseñado y publicado por primera vez por Goldberg et al. en 20051 para pequeños defectos en el ala nasal adyacentes al surco nasogeniano, como alternativa al injerto de piel de espesor total, al clásico pedículo subcutáneo en isla, a los colgajos de transposición y al cierre por segunda intención. La plastia, que asemejaba la forma de una solapa que avanzaba con su patrón de «cabeza y hombros» desde la mejilla, imitaba una pieza de rompecabezas. A pesar de atravesar 2 unidades cosméticas, con el posible borramiento de surcos, el resultado estético mostrado en el artículo original era más que aceptable, dadas las similitudes de textura entre ambas regiones y el disimulo de la cicatriz en los surcos melolabial y melonasal; sin embargo, en 2 de los 5 pacientes descritos se refería el fenómeno de trampilla o trapping como complicación.
Desde ese lustro hemos ido observando la aplicación de este colgajo no solo en subunidades anatómicas distintas al ala nasal, sino también en localizaciones fuera de la pirámide. Prueba de ello es la decena de casos recogidos por Padilla et al.2, donde utilizan esta reparación, añadiendo en ocasiones movimientos de avance y rotación, en 2 pacientes con defectos en el surco melolabial, sin aparentes complicaciones, o los 5 casos documentados por Dong et al.3 en los que se aplica la plastia en trago auricular, antitrago y hélix, con buenos resultados estéticos y funcionales.
Con objeto de caracterizar las aplicaciones de esta plastia en España, decidimos realizar un estudio para analizar una serie de casos de colgajo en puzzle efectuados por dermatólogos de todo el territorio nacional.
Material y métodosSe realizó un estudio observacional retrospectivo multicéntrico de defectos quirúrgicos en los que se optó por una reconstrucción mediante plastia en puzzle. Los casos fueron recogidos durante marzo y abril de 2024, incluyéndose aquellos realizados desde mayo de 2005 hasta enero de 2024 por dermatólogos pertenecientes a la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), tras una convocatoria a través de la plataforma CLINI-AEDV, una herramienta de recogida multicéntrica de casos propulsada por la Unidad de Investigación de la AEDV. CLINI-AEDV fue aprobado por el Comité de Ética de Investigación con Medicamentos del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, Madrid (17/10/2022 [acta n.° 18/2022]). Asimismo, se recogió consentimiento informado de aquellos casos con iconografía.
Las variables recogidas fueron: edad del paciente, sexo, histología tumoral, diámetro mayor del defecto a cerrar, localización anatómica, complicaciones inmediatas (dentro de un mes tras la cirugía), complicaciones tardías (más allá del mes) y el número de semanas entre la cirugía y la última valoración médica.
ResultadosLos resultados se detallan en la tabla 1. Diecisiete dermatólogos en ejercicio activo en España aportaron la totalidad de sus casos.
Resultados
Edad (años) | Media 77 (DE: 11,2) |
Sexo | Varón 13 (37%), mujer 22 (63%) |
Diagnóstico | Carcinoma basocelular 33 (94%), CEC 1 (3%) queratosis actínica acantolítica 1 (3%) |
Localización anatómica | Punta nasal 14 (40%), ala nasal 7 (20%), surco nasogeniano 3 (8%), pared nasal 2 (6%), retroauricular 2 (6%), sien 1 (3%), malar 1 (3%), otra 5 (14%) |
Tamaño del diámetro mayor del defecto (mm) | Media 14 (DE: 4,2) |
Complicaciones inmediatas (≤1mes) | Sí 5 (14%): efecto trampilla 3 (8%), dehiscencia 1 (3%), necrosis parcial 1 (3%)No 30 (86%) |
Complicaciones tardías (>1mes) | Sí 2 (6%): abultamiento 1 (3%), parestesias 1 (3%)No 33 (94%) |
En total se recogieron 35 pacientes; de ellos 13 eran varones y 22 mujeres. La media de edad de los pacientes fue de 77 años (desviación estándar [DE]: 11,2, rango 49-96 años).
El resultado histológico fue de carcinoma basocelular en 33 casos (94%), describiéndose solo un caso de carcinoma espinocelular y otro de queratosis actínica acantolítica.
En cuanto a la localización tumoral (fig. 1) la preponderante fue la nasal, informándose 14 casos en la punta (40%), 7 en el ala (20%) y 2 en la pared (6%). Además, se recogieron 3 casos en el surco nasogeniano (8%) (fig. 2) y 2 en la zona retroauricular (6%); solo se recogió un caso en el área malar (fig. 3) y otro en la sien (3% respectivamente). Cinco casos (14%) se realizaron en otra localización extrafacial.
El diámetro mayor del defecto varió entre los 6 y los 22mm, con una media de 14mm. En 30 de los 35 casos (88%) no se notificó complicación inmediata alguna y, cuando se hizo, el efecto trapping fue la más frecuente con 3 reportes (8% del total), hallándose solo un caso de dehiscencia y uno de necrosis parcial (3% respectivamente). En cuanto a las tardías 33 casos (94%) no padecieron ninguna, y solo se describió un caso de abultamiento y otro de parestesias (3% respectivamente). Ningún paciente presentó recidiva de las lesiones extirpadas, con una mediana de seguimiento de 8 semanas.
DiscusiónEl presente trabajo recoge 35 casos de colgajos en puzzle.
La edad media de los pacientes rondó la setentena, y casi 2/3 de ellos fueron mujeres, hecho probablemente atribuible al azar, puesto que el tumor más frecuentemente representado en la serie, el carcinoma basocelular, parece ser más común en el sexo masculino4.
A pesar de que, en sus inicios, esta plastia en puzzle fue diseñada para defectos en elala nasal, este estudio pone de manifiesto que la localización más empleada no es tal. En 2/5 de las ocasiones la tumoración a extirpar se encontraba en la punta nasal, y probablemente su éxito en esta área responda a que el desplazamiento de piel desde el dorso nasal evita el indeseado levantamiento de la punta. Aunque 23 de los 35 casos se han llevado a cabo en la nariz, un tercio de ellos lo han hecho en localizaciones extranasales nunca previamente descritas, como son la zona centromalar (fig. 3) o la sien, con buenos resultados cosméticos.
Por último, no se ha descrito complicación alguna en aproximadamente 9 de cada 10 casos. La principalmente hallada en esta plastia de avance por el artículo original era el efecto trampilla, el cual se ha reflejado únicamente en 3 de los 35 pacientes. Por el diseño retrospectivo del estudio no hemos podido comprobar si en ellos se procedió al punto de anclaje en margen profundo, que parece disminuir este resultado indeseado. No se registró la posible repercusión estética derivada del borramiento de surcos.
En conclusión, este estudio retrospectivo describe la serie de casos del colgajo en puzzle más grande recogida hasta la fecha, resaltando su utilidad en la punta nasal y en las áreas adyacentes, así como ilustrando su aplicación y validez en otras localizaciones faciales, para que pueda ser contemplado en el arsenal quirúrgico actual del dermatólogo.
FinanciaciónLos autores declaran la no existencia de fuentes de financiación públicas o privadas en la realización del presente estudio.
Conflicto de interesesLa presente investigación no ha recibido ayudas específicas provenientes de agencias del sector público, sector comercial o entidades sin ánimo de lucro.
Ane Jaka, Elena Castro González, Marc Corbacho Monné, Teresa Solano Novo, Paula Díaz Morales, Emili Masferrer i Nuibò, José María Llamas Molina y Cayetana Maldonado Seral.